Cuenta la leyenda que hace mucho, mucho tiempo, una bella princesa habitaba las islas de Komodo.
Las gentes del lugar la conocían como Putri Naga
o la Princesa Dragón.
La princesa se casó con un joven llamado Najo, su matrimonio tuvo fruto una pareja de gemelos, un varón al que llamó Si Gerong y una niña con rasgos de dragón a la que llamó Orah. La princesa abandonó a Orah, el pequeño dragón en el bosque ocultándole a su hermano la verdad de aquél extraño parto.
Ambos nunca supieron el uno del otro.
Un día el joven Si Gerong ,se encontraba persiguiendo a un ciervo con su arco cuando de repente un gran dragón se cruzó en su camino.
Si Gerong trató sin éxito de poner en fuga al dragón golpeando con su arco, montó su arco y en el momento de disparar una flecha contra el animal la princesa apareció y le dijo a su hijo:
"No mates a tu hermana Orah, yo os traje al mundo juntos, considérale igual a ti ya que vuestras almas son gemelas".
Desde entonces los habitantes del las islas de Komodo respetan al dragón y este a su vez a sus hermanos los hombres.
El dragón de Komodo tenía un hermano mayor en Australia, el extinto Megalania Prisca, que era el doble de grande. Los humanos primitivos que arribaron al continente australiano hace miles de años tuvieron que guardarse las espaldas ante tan formidable depredador.
Este animal es un reptil carroñero que, para matar, no tiene que atrapar a su presa, sino que basta con que la muerda una vez. Su saliva tiene hasta 82 tipos diferentes de bacterias que provocan una septicemia en su presa, que muere a las pocas horas. 
